Con la edición del texto de Jean Allouch "Nuevas
consideraciones sobre el pasaje al acto" en Octubre de 2019, publico esta breve crónica del seminario que Allouch dio en la ciudad de Rosario
Argentina en Abril de 2018 donde expuso el borrador de lo que iba a ser el
texto mencionado. En esta especie de "crónica" (con todo respeto y
disculpas por los cronista) esta planteada que al momento de ese seminario se
editaba el texto de Carlos Busqued "Magnetizado" por la editorial
Anagrama, que más allá del impacto editorial por la singular obra, aquí se
intenta mostrar como el caso Melogno (protagonista de Magnetizado) debía
ingresar a esa pequeña galeria de casos princeps de la literatura
psicoanalítica, criminológica, psiquiátrica etc. en la mencionada publicación de Jean Allouch se hace
referencia al "caso Melogno" y que entre otras referencias en distintos ámbitos, talleres, grupos de lectura, seminarios etc. Se ha comenzado a trabajar ¿La fabricación de un caso ? Sin duda todo indica que
las lecturas de Magnetizado en éste ámbito recién cominzan.
Breve
crónica del seminario de jean Allouch “Nuevas consideraciones sobre el pasaje
al acto y la posibilidad de ¿fabricar? un caso con Ricardo Melogno, (Magnetizado)
“el pasaje al acto es irreductible a la palabra, nos
desilusiona de nuestras pretensiones de explicar, nos hace más humildes…” (Jean
Allouch. Rosario 21 de Abril 2018)
.
En el mes de Abril de 2018 dos novedades convergen
y son las que les dan origen a este escrito. Sale publicado Magnetizado
(conversaciones con Ricardo Melogno) editorial Anagrama. (1) Y los días 23 y 24
del mismo mes y año en la ciudad de Rosario Jean Allouch realiza su seminario,
“Nuevas consideraciones sobre el pasaje al acto”
Lo central de la historia de Melogno en
Magnetizado, es la singularidad de sus crímenes, lo único que se puede decir
hasta hoy es lo que se denomina en la literatura criminológica (y en gran
medida en la jerga psí) el o los actos criminales que se encuadran en “crímenes
inmotivados”. Una vez que se entra en la historia de Magnetizado, es difícil
referirse en plural a los asesinatos que se detallan. Si se lee con la
intencionalidad de “comprender” algo del o los mecanismos que funcionaron como
resorte de esos actos, el lector es ubicado en la posición de impotencia, y si
se lee con criterios de utilidad técnica, es decir con herramientas teóricas
del universo psi más aún, ya que cualquier categoría utilizada hasta la fecha
no termina de precisar qué es lo que pudo haber sucedido como motivo disparador
de aquellos crímenes en esa semana tan singular en la vida de Ricardo Melogno.
Cuando se anuncia el seminario de Jean Allouch en
Rosario, el tema no puede ser más pertinente para aquellos que consideramos que
en la historia de Magnetizado hay elementos que interpelan las clásicas
formulaciones psicoanalíticas de pasaje al acto, acto, Acting out, que vienen
siendo usadas en la literatura de casos en el psicoanálisis desde El doble
Crimen de la hermanas Pappin, Aimée, El caso de la joven homosexual, Extraviada
(Iris Cabezudo) como para nombrar la columna vertebral de “casos princeps” en
la galería de estudios psicoanalíticos referidos a las distintas modalidades
del acto.
Hipótesis: la historia de Melogno tiene a partir de
su publicación, con todo lo que ello implica para su estudio, suficientes
indicadores para que ingrese a la galería recién mencionada.
Asistimos al seminario en Rosario esperando que
algunos de los “casos” mencionados operaran como soporte de las nuevas
perspectivas. Solo funcionaron como referencias obligadas para; Acting out,
pasaje al acto, y lo que hasta ahora se vincula en los trabajos psicoanalíticos
para cada uno de ellos. Una de las novedades de esa jornada consistió en que
Allouch iba a trabajar sus hipótesis de las nuevas consideraciones sobre el
“pasaje al acto” en la novela de Marguerite Duras “La Amante inglesa” (2)
El comienzo del seminario estuvo dedicado a la
crítica de algunas posiciones “morales” de expertos y especialistas vinculados
al saber pericial en un caso, y a una expresión mediática de una psicoanalista
sobre el asunto de cierto crimen y la cuestión del odio (en el lazo social)
respectivamente.
Esto de ubicar el saber del lado del experto viene
a cuento luego de la presentación de lo que Allouch denominó “Un nuevo hallazgo
clínico”: El Salto Épico, tomado del psicoanalista marroquí Fethi Benslama (*))
para ello realizó cierto despliegue de la cuestión musulmana y el terrorismo, refiriendo
que “…denominar terroristas a los autores de estos actos, aplasta la cuestión…”
y tomó posición colocando a ciertos actos yihadistas con la modalidad de salto
épico, señalando que allí se ubica una erótica espiritual en los rituales
previos de los autores de los pasajes al acto del 11 de setiembre en Manhattan,
por ejemplo.
En los panfletos encontrados por la FBI se pudieron
leer los siguientes mensajes “…no se trata de matar, se trata del corazón, que
por ser no creyentes deben ser alcanzados aun cuando su corazón deje de latir…
Mensajes que deben ser ubicados entre las dos muertes.(**)
El análisis occidental de este asunto con la
perspectiva del valor de la vida como “única vida” hace obstáculo e impide la
comprensión de la posición del musulmán como se aprecia en el breve recorte del
documental “al Oste del
Río Jordán”*** donde el director
mantiene este breve diálogo con… Alí, un niño que trata de explicar con poco
éxito por qué quiere morir como mártir.
La mirada occidental que aborda la cuestión de los
pasajes al acto de los yihadistas lee el problema desde su propia lógica, como
lo hacen los peritos y expertos antes citados. Es decir, en su propia jerga.
En su propia jerga
Allouch relató el caso de una enfermera que
envenenó a varios ancianos en una institución geriátrica, subrayando
especialmente a los fines del seminario la posición de los expertos “…lo que importa es como se comportaron los
peritos expertos, lo que dijeron en el tribunal; la mujer reconoce los hechos.
Los psiquiatras declararon que ella se muestra incapaz de responder a la
pregunta por qué los mató”.
¿En
qué términos hablan? Se
pregunta, y se responde;
“…en sus propios términos…” “…ningún cuidado por la literalidad de lo
que escuchan. Ellos dicen; “personalidad vulnerable, inmadura, clivada,
disociada, no hablan de ella, hablan de una personalidad…”
“…dependiente de una madre
sobreprotectora, cuya personalidad se desmoronó luego de la muerte de esta
madre, su discernimiento se vio alterado…” Allouch dirá; “ellos tienen el
discernimiento alterado” y continúan los expertos, “ven en el pasaje al acto
como una descarga pulsional. Utilizando cierto lenguaje psicoanalítico…”
Un periodista de Le Monde quien escribirá en una
parte de la crónica; “jornada donde las
jergas y las explicaciones confusas sumieron al auditorio en abismos de
perplejidad”
Para Jean Allouch,
“los expertos se salvaron a sí mismos del
pantano en el cual se habían colocado. Como no podían poner una lógica clara
del pasaje al acto utilizaron esa jerga” y sigue; “usamos jerga cuando no
comprendemos de lo que se trata”
¿Cómo no referirnos aquí a los 34 años de jerga psi
que pesan en el expediente de Ricardo Melogno?
Allouch trae nuevamente una cita del diario Le
Monde en la que una psicoanalista lacaniana (a quien evita nombrar) opinó sobre
el odio en las manifestaciones sociales. Ante la pregunta: “¿Constata usted con
sus pacientes la emergencia de una nueva forma de odio? Ella respondió: “hay un
goce nuevo del odio”. Allouch se pregunta si esta psicoanalista reconocerá entonces
antiguos goces. En la entrevista la terapeuta continuó: “aquel que pasa al acto
cae del lado incorrecto, del lado de la destrucción (…) en los actos de este
tipo es la subjetividad la que es abolida…”
(risas)
Con la misma lógica esta profesional sostenía que
“algo debe ser tejido del lado del lenguaje (moralidad), el odio, según ella
está pensado como la destrucción del discurso, es por ello que se “deberá” reintegrar el odio en el lenguaje.”
Estas referencias están para ilustrar lo que en el sentido común
establece de algún modo, que el pasaje al acto está muy estrechamente vinculado
al mal. Para cerrar con estos ejemplos Allouch trae a cuento un equívoco de un
traductor alemán sobre el título de una conferencia suya en el año 2001 para el
simposio “100 años Jacques Lacan”
donde la conferencia fue publicada con una coma que le dio el sentido recién
cuestionado; el titulo quedó publicado como “El mal, llamado pasaje al acto.”
La coma simboliza esa idea ampliamente compartida.
Esta idea del pasaje al acto, esta concepción
moral, no da cuenta del relato de Alí (documental), ni de la acción de ciertos
yihadistas.
Allouch: “Esta idea del pasaje al acto sugiere que
algo ya está presente de alguna manera en alguien y que en lugar de llevar esto
al decir lo hace en acto”
Ya lo sostenía en un pasaje de La sombra de tu
perro;
“…lo que el lenguaje no puede
hacer es llevado por lo real. Vale decir: no hay “pasaje” al acto, el “pasaje
al acto” es un concepto denominado falazmente si con ello entendemos que al
lingüístico se realizaría en el acto. Por el contrario, el acto realiza algo a
lo que el lenguaje de ninguna manera puede acceder… (3)
“fue también una concepción sostenida por Lacan
cuando se interesa por esto en el caso de la Joven Homosexual de Freud la
primera vez (Seminario La relación de objeto, enero de 1957)
Luego Lacan abordará el pasaje al acto de la joven
homosexual de una manera diferente (el 23 de enero del 63) donde el “dejar
caer” funciona como operadora del pasaje al acto: “un deseo que ella tenía de
tener un hijo con su padre se deja caer en lugar de dar a luz”. Precisamente en
La sombra de tu perro Allouch escribe;
“Basándose en esa única palabra, Lacan va a verse
envuelto en un monumental contrasentido, pero un contrasentido que debe
situarse justamente del lado (a coté) de lo que se trataba. Más allá de su
invención del objeto petit a, Lacan lee el significante niederkommen, activo a
sus ojos, que para él funciona dentro de lo que cataloga como un “pasaje al
acto” como si ya no indicara un deseo de tener un hijo con el padre (su primera
lectura, seminario La relación de objeto, en enero de 1957), sino el hecho de
que la muchacha SE deja caer” (4)
Jean Allouch modifica esta posición de Lacan, y
concluye que el pasaje al acto no es un “pasaje”, es decir, algo que estaría
allí pasaría al acto; ya no es posible pensarlo así. Luego cita a Sigmund Freud
sobre el ensayo de 1914 “Recuerdo, repetición y elaboración” (Freud. 1914)
donde se elabora el mecanismo de aquello que no se recuerda se traduce en acto.
Allouch ya se había levantado contra esta concepción en su trabajo Letra por
letra (la letra que sufre demora).
Otro motivo más por lo que “pasaje” no es una
denominación feliz aparece, de manera discreta, en el interrogatorio a Pierre
Lane, (uno de los personajes de La amante inglesa), quien interrogado pregunta
lo siguiente; ¿Qué dicen de ella?; respuesta; “Ahora dicen lo que se dice
siempre: que tarde o temprano, tenía que pasar lo que ha pasado” (La amante inglesa. 2011-pág. 71.), luego en la pág. 122-123 en el interrogatorio a
Clare;
“sepa usted que he soñado que
mataba a todas las personas con las que he vivido, incluido el agente de
Cahors, que es la persona a quien más he querido en la vida. Y varias veces a
cada uno. O sea que tarde o temprano tenía que acabar haciéndolo, de verdad.
Ahora que lo he hecho sé que tenía que hacerlo, de verdad, una vez”
Este comentario en la novela le sirve para señalar
otro rasgo del pasaje al acto que Lacan denominó como pasaje al acto advertido
o, luego, esclarecido. Allouch sostiene; “No podemos decir que el acto de las
hermanas Pappin era un acto advertido, el crimen de Althuser era advertido.”
Es justamente aquí, en el momento del seminario,
que Jean Allouch se pregunta sobre el pasaje al acto esclarecido haciendo
referencia al aporte de Fethi Benslama, de salto épico, afirmando que allí hay
un “verdadero hallazgo clínico”, dando cuenta de ello con la novela “La amante
inglesa” con el crimen cometido por Clare Lane, y agrega que ese hallazgo le
iba a permitir situar mejor el llamado pasaje al acto. Nosotros aquí pondremos
bajo esa perspectiva de lectura el caso de Ricardo Melogno en Magnetizado.
La amante inglesa y salto épico.
En el pequeño pueblo de Viorne, tiene lugar el
macabro crimen de una mujer que luego de ser asesinada es descuartizada. Se
trata de Marie Therese B, la prima sordomuda de Claire Lanne, protagonista de
la novela que confiesa ser la autora del crimen.
En la novela no hay un único narrador sino que
transcurre en el marco de un conjunto de voces que hablan durante las
entrevistas que realiza un personaje enigmático que quiere hacer un libro sobre
el hecho. La primera es con Robert Lamy, el gerente de un café al que acudían a
menudo el matrimonio protagonista. La segunda con Pierre Lannes, marido de
Claire y la tercera con ella.
Lo nodal de la historia consiste en que luego de
asesinar a su prima, Claire descuartiza el cuerpo de la misma y reparte cada
uno de los pedazos lanzándolos en distintos vagones de trenes que pasan por el
viaducto de Viorne, que se dirigen a Cahors, una ciudad cercana. A excepción de
la cabeza que jamás fue hallada y sobre la cual, la protagonista no dirá nada
acerca de su localización.
Durante el interrogatorio ella da precisiones del
tratamiento que le dedicó a la cabeza, a diferencia del resto del cuerpo; “Hice
todo un entierro para ella. Y le recé un responso. Sólo se me ocurrió eso,
aunque el policía de Cahors(*) me apartó de Dios y nunca he vuelto a encontrarlo” (5);
Jean Allouch;
“Esos pedazos de cuerpos son
todas cartas (Lacan) están destinadas a algún lugar y a alguien, el lugar es
Cahors y el alguien es el agente de Cahors que siguió siendo su único y
persistente gran amor…” “…Esta investigación nos aporta un elemento importante,
estos pedazos de cuerpo fueron una vía, un atajo alternativo, un sesgo, para
que una carta llegue al agente de Cahors. Este proyecto no podía sino fracasar
porque el agente está muerto, muerte que ella ignora…”
Luego de otras consideraciones acerca de la
vinculación entre la pérdida de dios con este amante, Allouch se pregunta si
estos envíos más que dar cuenta de un pasaje al acto sería más justo ubicarlo
del lado del salto épico.
“…estamos llevados a reconocer en
el envío de estas cartas y el trato especial a la cabeza, dos rasgos
provenientes del salto épico y por otra parte, el crimen y la violencia sobre
el cadáver estarían más relacionados con el pasaje al acto…” “…el envío de la
carta y el tratamiento de la cabeza participan de un mismo gesto erótico y
espiritual, es un último resorte; una carta dirigida a Dios, a este Dios que en
su tiempo se hizo hombre diferente a ser este Dios al que Claire puede
dirigirse en el momento que ella inventa su ritual de duelo. La carta recuerda
el amor a Dios, la cabeza de este ritual, no sólo es la de Marie Therese sino
también la suya…”
Jean Allouch señala la mención de Claire en un
pasaje de la novela sobre su miedo a ser enterrada viva. Entrando en los
detalles es interesante ver una especie de conjunción de salto épico y pasaje
al acto.
Destaca que es importante el registro de la
oralidad al cual pone fin el pasaje al acto, esto podríamos verlo venir si
hubieran tomado en serio varios pasajes al acto anunciadores, haciendo
referencia a determinadas rarezas en el comportamiento de Claihre. (Retomaremos
este aspecto en algunas preguntas sobre Melogno.)
Acto sin pensamiento
La cuestión central del análisis de la novela de
Marguerite Duras está en focalizar el lugar donde se encontraría la cabeza de
María Theresa.
“hay una frase que aparece como un eco de la frase
de Christine Pappin –mi crimen es lo
suficientemente grande como para que yo diga lo que es – característica
clara del pasaje al acto” y Clare Lane dirá –me costó demasiado hacer eso como para ser capaz de pensar en ello”(6) Y
Ricardo Melogno refiere; “Ni siquiera
tengo registro de seguir pensando en eso después de haber matado. En los mismos
actos se ve que no existía nada”.(7)
Jean Allouch;
“…Tales ideas discriminan el
pasaje al acto del salto épico del yihadista que piensa sus gestos. La
ejecución del pasaje al acto se dispensa de todo pensamiento. El salto épico no
se realiza sino siendo pensado y el pasaje al acto no se realiza más que en la
ausencia de todo pensamiento que se piensa…”
Entonces primeras consideraciones; los actos mal
llamados terroristas habría que pensarlos con la lógica de funcionamiento del
salto épico, actos marcados por una erótica espiritual que se muestran en sus rituales.
Y algo de esta lógica aparecerá en el acto homicida de Clare Lane centrado
precisamente en el tratamiento diferente que ella efectúa sobre la cabeza de la
víctima.
Dos analíticas del sexo.
Uno de los puntos anunciados en el seminario era la
nueva consideración desde las Dos analíticas del sexo;
“Mostraremos
que la distinción en Lacan de dos diferentes analíticas del sexo (la primera,
del objeto, la segunda, de la relación) aporta claridad y diferenciación a las
cuestiones antes mencionadas”
Sin desarrollar las dos analíticas, solo las
menciona, hablará de la doble articulación de pasaje al acto y salto épico en
las dos analíticas del sexo, donde recomienda su lectura.
Entonces dos analíticas, registros o dispositivos
del sexo, una vinculada al objeto a, y la otra en relación al partenaire que
falta, al Otro inexistente.
“Las dos analíticas lacanianas
pueden ser caracterizadas de la siguiente manera: Por una parte (segunda
analítica de la relación), un Otro sexo, por otra parte (primera analítica la
de a minúscula), un Otro de deseo; por una parte, una relación sexual, por otra
parte, una ley sexual; por una parte, una normalidad faltante, por otra parte,
una anormalidad; por una parte una erótica común, por otra parte, una
diversidad sexual; por una parte un falo, ¡oh cuán presente!, por otra parte,
su ausencia” (8)
Dos problemáticas distintas situadas en zonas
diferentes del borromeo puesto en plano.
Nudo 2
O no pienso o no soy
Para poder analizar la diferencia y a su vez la
conjunción entre pasaje al acto y salto épico, hay que localizarlo en una
modificación del tetraedro del seminario El
acto psicoanalítico, Jacques Lacan coloca en ese seminario al acto
analítico como fin de la cura y el devenir como analista. Jean Allouch a través
de una serie de movimientos y desplazamientos de lugares en el tetraedro,
incorporará allí el salto épico.
Tetraedro (Seminario de Lacan) I
Tetraedro modificado 1
Tetraedro modificado 2
Teniendo en cuenta que Allouch en el seminario
indicó que el fin de un análisis puede pensarse como un salto épico y, en las
dos analíticas el fin de un análisis se ubica en la analítica de la relación;
“Sin que se haya planteado
explícitamente en estos términos, el problema llamado del “fin de análisis” no
cesó, por su parte, también, de estar habitado por la cuestión de su
instanciación en una u otra de las dos analíticas. Se notará antes que nada que
el matema de la transferencia, que
Lacan escribió en la “Proposición del 9 de octubre de 1967 sur le psychanalyste
de L École”, no reserva ningún lugar al
objeto a. Y con toda razón, dado que la transferencia proviene de la
analítica de la relación. Pensado en tanto que separación de A y a, es en la
analítica del objeto donde el problema del fin de análisis fue localizado a
veces, en cambio concebido como dislocacón del vínculo del analizante y del
analista (destitución subjetiva en el primero, de-ser en el segundo), o en
tanto que pasaje del analizante al analista, proviene de la analítica de la
relación. Encuentra ahí su lugar, pues el
recorrido analítico se puede caracterizar como un volcamiento (versement) de la
analítica de a en la analítica de la relación- registro donde se juega el
acceso liberador (donador de libertad, según Lacan) a la inexistencia de la
relación sexual.” (9)
Es decir, entonces que podemos ubicar al salto
épico en la playa del borromeo R-I, en el verdadero agujero (nudo II) de la
triple inexistencia. J(A) que no hay, No hay Otro del Otro y no hay relación
sexual.
Casi todo el análisis de la distinción entre pasaje
al acto y salto épico estuvo realizado sobre la novela de Duras, lo que torna
aquí dificultoso dar cuenta de esa articulación en detalle ya que es
indispensable estar en conocimiento de cada detalle de la narrativa en que
Allouch sostiene los detalles de la articulación teórica.
Magnetizado.
En septiembre de 1982 tuvo lugar en la ciudad
autónoma de Buenos Aires una extraña, breve y a su manera sobria serie de
asesinatos. A lo largo de unas semanas, en un radio de pocas cuadras del barrio
de Mataderos, fueron hallados los cuerpos sin vida de cuatro taxistas. Todos
los cadáveres aparecieron en horas de la madrugada, caídos sobre el asiento
delantero de sus automóviles, cada uno de ellos con un orificio de ingreso de
bala calibre 22 en la sien derecha. Los taxis, estacionados en esquinas oscuras,
con las luces internas y el motor apagados, los faros delanteros encendidos. No
había evidencia de robo, aunque siempre faltaba la documentación del vehículo y
de la víctima. Salvo el último incidente, los relojes tarifadores estaban
puestos en cero.
La policía fue incapaz de esclarecer los crímenes.
Únicas certezas que pudieron aportar a los agentes del orden: todos los hechos
eran obra de un mismo autor, y durante los crímenes el atacante no se había
movido del asiento trasero de los autos.
El misterioso homicida resultó ser un joven de
veinte años de edad, con un aspecto muy distinto al del identikit. Su nombre:
Ricardo Luis Melogno. (10)
LA jerga.
Como ya lo mencionamos al principio de este
trabajo, cuando Jean Allouch se refiere a la jerga psí, experta, profesional,
etc. que es usada cuando no se puede dar cuenta de la lógica de ciertos sucesos
y los profesionales sienten que deben responder, nos parece que es lo primero
que se lee en este trabajo: los 34 años de diagnóstico a lo largo de seis páginas
del libro (11)
Los diagnósticos no solo son contradictorios,
ambiguos, pocos precisos o muy precisos sin decir realmente mucho, al punto de
alcanzar un aspecto por demás curioso como por ejemplo que la avenida Gral.
Paz, divide la mirada punitoria. Pero Melogno es más preciso al respecto;
“En Capital soy inimputable, no
comprendo mis actos. En provincia comprendo y, en consecuencia, soy responsable
de mis actos. Premio Nobel de psiquiatría para la justicia de la Provincia, que
tiene el remedio para la locura: la avenida General Paz.” (12)
Pasaje al acto/salto épico
Si lo que diferencia centralmente al pasaje al acto
del salto épico es que en el primero no se realiza más que en la ausencia de
todo pensamiento que se piensa, si seguimos el desarrollo de Allouch, los actos
se nos muestran con claridad en ese punto;
“…no tengo ningún dato interno de pensar Uy, que cagada que me mandé, o
similar. Es más, eh…, Ni siquiera tengo registro de seguir pensando en eso
después de haber matado. En los mismos actos se ve que no existía nada.” (13)
Sobre el impulso de matar dice;
“…es algo que VIENE, no lo
controlás. Era algo que se decantaba solo, que iba pasando, no era algo que vos
lo esperabas o lo pensabas o lo querías. Venía. Yo no tenía consciencia de
control sobre ese acto…” (14)
Existe claramente una irreductibilidad de la
palabra en al acto. Característica distintiva del pasaje al acto, pero al mismo
tiempo podemos leer en los relatos, situaciones previas y posteriores que indicarían
aquellas características del salto épico en el sentido que no es realizado sino siendo pensado. Como señaló Jean Allouch,
pasaje al acto y salto épico no se confunden nunca, pero están articulados.
¿Es posible leer aquí aspectos muy vinculados a los
que aparecen en los relatos de Clare Lane en la Amante inglesa que llevan a
Allouch a señalar ahí las características del salto épico?
Aquí también se efectúan una serie de rituales
posteriores a los actos y también se evidencian una serie de comportamientos
“¿extraños?” en los días previos a esa semana tan particular de los asesinatos.
También existieron siempre en la vida de Melogno
rituales espirituales que él consideraba
normales por su habitualidad, a esa serie de prácticas que su madre realizaba a
diario debido a cierta pertenencia al espiritismo, práctica religiosa que
Ricardo adoptó en la juventud de su vida para “defenderse” del poder de su
madre y que luego ya en las distintas cárceles psiquiátricas terminó por
ejercer convencido de que allí hay algo, que allí sucede algo de verdad, que
algo en todos esos rituales tienen su efecto.
Lacan en el seminario el Acto psicoanalítico retoma
la cuestión abordada en el seminario anterior, La lógica del fantasma sobre la
alienación, o la elección forzada. La alienación esa relación con el Otro en la
obligación de elegir entre el sentido y el ser. Aquí resuena la afirmación de
Allouch durante el seminario; “el ser de
alguien se realiza en un crimen”. ¿Podemos pensar que existió en Melogno
algo de ese orden?
¿Podremos pensar los actos de Melogno como una
advertencia? ¿A quién? En su infancia existieron varios intentos de suicidio,
Carlos Busqued pregunta al respecto, ¿Para
quién era ese armado, esa escena? – No lo veo como un mensaje a los otros. Era
más para mí (15) (se puede sugerir sobre este aspecto la lectura de Marguerite,
Lacan la llamaba Aimeé, donde Allouch destaca claramente el movimiento que
lacan hace de la noción de pasaje al acto esclarecido a “advertido”(16)
¿Existían en los comportamientos extraños, como
sugiere Allouch en La amante inglesa, actos anunciadores de otros actos?
¿La vida de encierro operó como estabilizadora?
Pero ¿de qué? También leemos que “…si no
hubiera caído preso pienso…que por la forma de vivir que tenía, de no ver el
mundo real, pienso que me habría terminado matando antes de los 25…” (17)
En los 35 años de encierro no se registran en la
vida de Melogno, fenómenos psicóticos, ni desestabilizaciones emocionales, ni
deterioro cognitivo; por el contrario, hace 10 años que no consume medicación.
La entrevista final del texto a una de las psiquiatras que trató y que conoce
muy bien el caso, es muy ilustradora al respecto.
Finalmente, los cuatro crímenes cometidos repetidos
de manera sorprendente, ¿Son el mismo acto repetido cuatro veces hasta que ese
impulso se fue? Sabemos que no hay más actualidad que la del acto, aun así, no
deja de sorprender la singularidad de esos episodios.
Éstas son solo algunas de las tantas preguntas que
nos podemos hacer releyendo una y otra vez este caso. Arriesgamos también que
en este/os pasaje/s al acto hay una respuesta aún sin conocer la pregunta
adecuada.
En cada detalle de la vida de Ricardo Melogno que
fueron publicados se puede leer como cada uno
puede ser indicio de “algo”, pero que
se desvanece en la página siguiente. Es necesario también destacar el
notable trabajo de entrevistador de Carlos Busqued que se abstiene de
intervenir con su deseo. Le da la palabra. Lo hace hablar. Acompaña el relato.
Lo organiza en la edición para que nosotros, los lectores, nos pongamos a
trabajar, quizás como el lector de La amante inglesa. Hay un vacío ahí que pone
a trabajar.
Como Clare Lane, Melogno “no” dice qué le sucedió
para cometer de ese modo los crímenes. Él también quiere saber que pasó, busca
aún hoy una respuesta.
“es que yo busco… yo también
tengo que buscar una explicación que a mí me parezca satisfactoria y razonable.
Entonces cuando yo digo se me tiene que haber ocurrido antes, lo digo porque no
puede ser que se me haya ocurrido en cinco segundos. Pienso que tiene que haber
habido ALGO antes que me fuera llevando a esto. Alguna advertencia, un signo.
No quiero, eh, o sea, no puedo… encontrar… que estos un…, en todos estos años
no pude encontrar cómo surge la idea, cómo surge la necesidad. No te podría
decir cómo o cuándo se me ocurrió”. (17)
Néstor Ribotta.
Colaboraron; Evangelina Ganzer. Jimena Vega.
Bibliografía
2) Margueritte Duras. (2011). La amante inglesa.
Argentina: Tusquets.
3) Jean Allouch. (2004). La sombra de tu perro.
Argentina: El cuenco de plata-Ediciones Literales. Pág. 42-43
4) Ibíd., Pág 102
5) Marguerite Duras. (2011). La amante inglesa.
Argentina: Tusquets. Pág 156
6) Ibíd., Pág
141
7) Carlos Busqued. (2018). Magnetizado. Argentina:
Anagrama. Pág. 85
8) Jean Allouch. Para acabar con una versión untaría de
la erótica. Dos analíticas del sexo. Ed. Literales. 2018. Pág 29
9) Ibíd., Pág.
21-22
10) Magnetizado. Carlos Busqued. Ed. Anagrama. 2018.
Pág. 12
11) Ibíd., Pág 24-25
12)Ibíd., Pág. 120
13) Ibíd., Pág 85
14) Ibíd.
15) Ibíd., Pág 32
2) Jean Allouch. (2008). Margueritte o la Aimée de
Lacan. Argentina: El cuenco de plata- Ediciones literales. Pág. 395-398
17) Magnetizado. Carlos Busqued. Ed. Anagrama. 2018.
Pág52
18) Ibíd., Pág 71
* (*) En un
momento del seminario Damián Coirini, hizo una presentación de algunos aspectos
en los desarrollos de Fethi Bensalma en su trabajo (aún no editado al español)
“Un furioso deseo de sacrificio. El supermusulman.” Presentación que generó un
debate intenso sobre la figura del supermusulmán, el cuál a nuestro criterio
que merece desplegarse
** Sobre el
desarrollo de las dos muertes sugerimos; “Jean Allouch. Contra la eternidad.
Ogawa, Mallarmé, Lacan, Ed. El cuenco de plata. Ed Literales.
*** https://www.youtube.com/watch?time_continue=14&v=KJuSmoOA3ys
Al oeste del Jordán. Documental de Amos Gitai. 2017
*Jean Allouch sostuvo
en su exposición que el agente de Cahors no es un policía. Sucede que, en la
versión en español, siempre se nombra como agente de policía.