jueves, 10 de septiembre de 2009

CAFÉ TEMÁTICO DE LOS VIERNES

Es interesante comprobar como casi sin promoción, más que la mínima acción comunicativa, pero una acción movida por la inquietud del deseo, puso en marcha esta humilde experiencia.
De a poco empezó a repercutir de diversos modos, los participantes opinan, le ponen el cuerpo a sus ideas, también por mail y todas las variables del espacio virtual, ofrecen sus opiniones, sus textos, sus búsquedas bibliográficas, etc.
En ese foro en el que se aspira a una charla, que trascienda el sentido común, ese sentido tan lleno de certeza, ese sentido con todos los eufemismos, que los mercaderes usan para hacer su verano cada vez que tienen que justificar la imposición de algún producto que daña y ofende la inteligencia, desde un programa de televisión, libros o cualquier tipo de experiencia que responda solo a lógica mercantil y que se argumenta con las variantes del para todos del sentido común, siempre nivelando para abajo, o la mas obscena certeza, aquella que dice, la gente lo pide, la gente consume eso; la gente, ¿que será eso de la gente?
Contra esa idea se concibió ese espacio, simplemente un café, donde alguna gente, no toda, claro, siempre es no-toda, por eso apostamos a esos espacios, pequeños, discretos, pero donde se tenga en cuenta de un modo horizontal, las ideas y las lecturas de cualquiera que participe allí movido por su curiosidad, o por los motivos que sea que decide estar. Que cada quién que considere que tiene algo que decir, o algo que escuchar, lo manifieste, y lo comparta, sin sanción desde ningún lugar de saber autorizado, minando de alguna forma el discurso del Amo.
Tenemos la certidumbre que en la ciudad y la región, existen múltiples expresiones culturales, manifestaciones artísticas, políticas, literarias, científicas, académicas, marginales, etc, que enriquecen cualquier charla de café, y que podrían incidir en cada uno de los participantes de las maneras más diversas. Es solo eso el espíritu del Café Temático los Viernes, hacer de la experiencia del café, de la charla de café, un momento agradable, con alguna discusión, alguna charla interesante, que por ahí, quién sabe, nos haga sentir, un poquito menos solos, en un mundo tan agitado por la inmediatez, y el consumo.