lunes, 1 de agosto de 2011

MI EXPERIENCIA CON TOY STORY



(ACLARACIÓN: Se revelan datos sobre el final de la película Toy Story 3)




Me encontré con Toy Story hace algunos años cuando trabajé en una escuela que en la jerga educacional suelen denominar "urbano marginal". En esa escuela los juguetes eran en su mayoría donados entre libros inservibles (textos escolares, inútiles por desfasados) y ropa vieja.

De ese modo comenzó mi relación con esa saga magistral de Pixar, esa empresa que por un lado revoluciona el cine con la tecnología digital, pero con la eficacia clásica de un muy buen relato.

Buscaba en aquella época una película alternativa a la conservadora Rey León de Disney. Que se solía pasar en los colegios por el asunto de abordar la muerte (que problemas que se hacen los adultos con la muerte y cómo explicárselas a los niños, ¿no?) Cuando en realidad a decir de un amigo, esa película reproduce la idea del que nace León hereda el reino, solo por el hecho de haber nacido. Una idea bastante fulera en el contexto de aquella escuela. Entonces, de ese modo me encuentro con esos juguetes políticamente incorrectos. Así en Toy Story es a través de las fallas, las roturas, sus vanidades, deseos de protagonismo, de heroísmo y con aquello que no andaba en lo envejecido de esos juguetes con vida, (¿quién no fantaseo con esa idea alguna vez?) me parecía una película dignísima de ver con los chicos acostumbrados a convivir con juguetes hechos mierda, donaciones que no cuestan nada, es decir, restos de limpieza. Y quizás disciplinados en la ética de la naturaleza humana tipo Rey León, si naces acá (pobre de casi todo) tu destino es inexorable.

Son bien conocidos en el mundo educativo, y fundamentalmente en los contextos marginales, los ¿conceptos? de inclusión, escuela inclusiva, respeto por la diversidad cultural, capacidades diferentes, etc. Los docentes siempre inmersos en esa Babel nosológica que intenta disimular lo que es más humano, las diferencias. Todavía hoy se suele escuchar a algún docente recitar ese slogan “acá somos todos iguales”.

Hoy asistimos a una avalancha de juguetes "pedagógicos" que incitan a los niños a seguir aprendiendo, en lugar del juego libre. ¡A aprender jugando! Así en la época del juguete útil, pedagógico, esa extraordinaria película ponía en escena a una banda de juguetes al borde del abandono, del maltrato, que enfrentaban las situaciones más complejas en equipo, en grupo, con el ingenio como herramienta de supervivencia. El juguete como medio para la imaginación, la fantasía y el juego libre.

Cuando apareció Toy Story 2 la esperé con el prejuicio lógico de las segundas partes. Felizmente sorprendido. Pixar lo habían hecho nuevamente. Esta vez el peligro es el destino de colección, los juguetes son para jugar gritaban aquellos héroes, siempre comandados por el inefable Woody, ese vaquero escuálido que corporiza al héroe clásico,(podría leerse como el reverso del icono criminal John Wayne) y su amigo Buzz Lightyear, un robot volador con delirios de grandeza casi psicótica (en la primera, cree que es Buzz y no su representación de juguete) que no se achica nunca. (Atención al reseteo de Buzz en la 3°, Buzz convertido al español, es una hallazgo de ingenio extraordinario) estos dos líderes protagónicos, clásico y moderno, y en el medio una galería exquisita de diversos tipos de juguetes, desde los entrañables soldaditos, que en la tercera parte parecen huir para otra guerra, hasta ese perro con lomo de resorte, la infaltable barbie, y el Sr y la Sra. cara de papa portando un montón de atributos intercambiables. Hasta el miedoso dinosaurio Rex.

Pixar ya marcaba la diferencia y lo estaba haciendo con otras perlas por el estilo como esa belleza de Monster Inc. o Bichos, Buscando a Nemo, Cars, o Wall-e. Pero volvieron los juguetes animados otra vez, y según la crítica especializada, la cereza de la torta a esta saga formidable.

Siempre me pasa lo mismo con este tipo de películas, me distraigo con los detalles, cuando las vuelvo a ver, no solo por un placer infantil y neurótico de la repetición, sino por otras varias razones, una de ellas, es la paternidad, a veces tengo el "sacrificio" de reverlas con mis hijas, es ahí donde siempre termino descubriendo mas detalles que he dejado pasar debido a mi incapacidad analítica, o por la fascinación que me produce esa forma narrativa que en esta multiplicidad de aventuras, me extravío como en este caso, (en la 3°) en el disfrute de esa guardería convertida en cárcel de máxima seguridad, en esos malos entendidos entre Andy (el niño dueño de los juguetes) y sus juguetes, en la bellísima y graciosa relación entre Barbie y Ken, con la inagotable pelea que Woody tiene con él mismo y sus amigos, que se debaten su destino entre un ático o algún otro dueño o guardería. Y fundamentalmente, la joya de esta película, la aparición de ese malvado Oso Lotso.


Duelo

Una de las maneras de entender el duelo, es pensar la pérdida como una parte de uno, que se va con el objeto, no es tanto el objeto en sí, sino, lo que hay de uno en ese objeto. “una parte de sí”.

En el final de esta historia, Andy termina donando sus juguetes que lo acompañaron en su infancia, pero cuando está con la nueva dueña, realiza un trabajo de singularización de cada uno de los juguetes, en una escena que es muy difícil contener el famoso nudo en la garganta, ¿por qué emociona esa escena? creo que justamente por esa presentación que historiza a cada uno de los juguetes. La singularización que lleva adelante, a la que será su nueva creadora de aventuras. Hasta que se encuentra en la tarea, a pesar de él, de donar a su fetiche, Woody (Andy pensaba conservarlo en su cofrecito avaro y llevarlo con él a la universidad, pero luego de un artilugio de nuestro héroe Woody que se las ingenia para incorporarse a esa caja con sus amigos). Andy mira, se sorprende, se niega, piensa y cede. Dona. Da. Como un don, lo que está dando es amor, el amor por ese juguete protagonista de sus aventuras de infancia. Lo tiene que dejar ir. Ese amor de Andy por sus juguetes se transfiere, eso se transmite.

Esta película trata sobre el duelo, otra vez los de Pixar se meten con el paso del tiempo, el duelo de los juguetes a su dueño que ha crecido y se va a la universidad, el duelo del mismísimo Andy de sus juguetes, y particularmente su fetiche Woody. También, me parece que una de las tantas virtudes de esta película, es el modo en que están narradas las dubitaciones, debilidades, dudas, de todos los personajes, porque aquí, como en toda buena historia, nadie es del todo puro, del todo malo, (salvo Lotso, que de todos modos, no fue siempre malo, parece que Lotso está enfermo de resentimiento, está enfermo de amor), casi con la mayoría de los personajes tenemos sensaciones encontradas, todos dudan, temen, hay que recordar que en el comienzo de esta trilogía, Woody se enfrenta con Buzz, por ocupar el lugar de privilegio en el afecto de su dueño, y en esa pelea muestran toda clase de hilachas. Estos juguetes se juegan por lo que no están del todo seguro, a veces saltan al vacío, y nos pone en una situación angustiosa como pocas películas de Pixar hasta acá. Es quizás la más humana de la saga.

Cuando trabajaba en aquella escuela, los juguetes eran donados, en la famosa caja de juegos del Gabinete, estaban ahí, amontonados e indiscriminados a simple vista, salvo para sus ocasionales dueños, que sabían muy bien quién lo esperaba dentro de esa caja. Pero finalmente me interesa destacar la manera en que alguien dona algo que ya no le sirve. Dar lo que no cuesta, alivia, limpia un cuarto, y libera la culpa con argumentos del estilo “al menos no lo tiramos”, “se lo damos a alguien que lo necesita”. Eso podría ser muy noble, pero ¿donar juguetes rotos? o libros chatarra, por ejemplo libros escolares de hace unos 20 años, es un acto de crueldad por la ética implícita que conlleva.

A veces creo, que algún niño después de vivir la experiencia Toy Story no sale igual. Del mismo modo que los adultos, somos un poquito otros, aunque de modo imperceptible para los demás,cuando una obra de arte “nos toca”, algo se mete como una semilla, y si el contexto lo favorece, producirá frutos, porque finalmente, de algún modo, somos lo que consumimos.

Los de mi generación, nos educamos con héroes impolutos, moralmente intachables, exageradamente solos en sus hazañas, es decir, inalcanzable en nuestros juegos. Terminábamos siempre heridos al intentar ser lo que jamás seríamos.

Quien vea esta película o alguna de la saga Toy Story, quizás tenga la suerte de ser hechizado por el alma de los juguetes, que gritan, con los actos más nobles, que quieren seguir siendo juguetes, en los tiempos del juguete pedagógico, aparecen ellos y se disponen para ser el medio a la fantasía, a la imaginación, a la creatividad y el juego libre como sostiene la ética de Buzz Lightyear, Hasta el infinito y más allá.

jueves, 9 de junio de 2011

DÓBERMAN


"...Se recubre todo con el nácar de la obligación de tal modo que ya no sabemos en realidad cuáles son nuestros gustos y sentimientos. Las mismas emociones se recubren con ese nácar que segregan los organismos adultos con la profusión de un mecanismo de defensa y de sobrevivencia. Y hasta las mejores perlas son frías y sin carnadura emotiva. Finalmente el adulto no tiene en su interior más que piedras, piedras que esconden a su vez en su interior los sentimientos. El adulto actúa según lo que cada una de esas piedras tiene en su interior: el amor por los hijos,por la pareja, por los padres, por los amigos, pero actúa por lo que sabe y no por lo que siente. Quisiera alcanzar el interior de esas nacaradas formaciones pero teme también que al romper la carcasa de la obligación ya no encuentre nada adentro. Teme hallarse con restos muertos, aniquilados por el nácar asfixiante que ha cerrado lo vivo..." Fragmento de Dóberman. de Gustavo Ferreyra. Ed. Emecé. 2010. pag 67

viernes, 15 de abril de 2011

HIPERCONSUMO Y FELICIDAD



Las consecuencias del hiperconsumo en la subjetividad, el lazo social y sus consecuentes prácticas psicopatológicas.




“el mensaje de las artes queda silenciado entre el alboroto de respuestas fáciles y veloces que se adelantan a las preguntas y las aniquilan” Milan Kundera (*)



Nuevas funciones subjetivas del consumo. Hiperconsumo.


La definición de hiperconsumo está tomada de Gilles Lipovetsky de su trabajo La Felicidad Paradójica (1). El autor describe a la era del hiperconsumo como la tercera etapa del capitalismo de consumo. Donde la etapa I está vinculada al nacimiento del consumo al alcance de las masas, (a principios del siglo XX) es decir, vender los productos a gran escala a un bajo precio.

El consumidor de la fase I es un consumidor de marcas, ya no se necesita de la relación dominada por el comerciante, es un consumidor que hay que seducir y por sobre todo, educar.

La fase II de este capitalismo de consumo, para Lipovestky está caracterizada por la “sociedad del deseo” donde la seducción reemplaza la coerción, esta fase es una fase más cuantitativa, es decir se profundiza la reducción de precios de la fase I, pero además, lo más interesante de destacar para este trabajo, es como toda “…la maquinaria económica se pone aquí en juego a través de la renovación de los productos, del cambio de modelos y estilos, de la moda, el crédito, la seducción publicitaria…” “…esta fase se ha caracterizado por deslegitimizar las normas victorianas, los ideales de sacrificio y los imperativos rigoristas en beneficio de los goces privados…Revolución del confort, revolución de lo cotidiano, revolución sexual…” (2) para Lipovetsky puede pensarse este momento como el inicio de la declinación de la antigua modernidad disciplinaria y autoritaria, dominada por los enfrentamientos e ideologías de clase.

El desarrollo de la fase III que el autor denomina la era del hiperconsumo, esta magníficamente descripta a lo largo de todo el trabajo, pero lo que me interesa destacar son algunos rasgos subjetivos del consumidor que aparecen como novedosos. Podría resumir algunas en las siguientes generalizaciones:

• El turbo consumidor, del consumo del mono equipamiento al multiequipamineto. Del tv familiar a cada cuál con su gadget.

• La publicidad antigua era para toda la flia que miraba tv, hoy es hiperdireccionada.

• Del consumo pausado al continuo, consumo perpetuo, sin tiempo ni espacios limitados.

• De empresas de transporte a empresas de servicios turísticos, (todo incluido), turismo aventura (con garantía y seguro, claro), modos de pagar la incomodidad de la aventura.

• Consumo de ocio y tiempo libre, diversión programada y diseñada.

• Aparece el ciberconsumidor.

• El hiperconusmidor necesita hacer más cosas en menor tiempo. Es un consumidor de utilidades.

• En la era del hiperconsumo el consumo es globalizado. El mensaje llega a todos lados.

• El hiperconsumo atraviesa todas las edades, desde las embarazadas, hasta la tercera edad. (El derecho de consumidor antecede a tantos otros logrados en la convención de 1989 de Naciones Unidas sobre los derechos del niño)

• La espiritualidad consumista, el cristianismo paso de promocionar la felicidad en el más allá y se adapta a la felicidad en la tierra.

• Cambia la ética del consumo, hoy hablamos de consumo responsable. Consumo saludable, consumo light, adictos a la salud.


Hiperconsumo y felicidad


Una de las ramas más novedosas de la economía es la economía de la felicidad, más allá de lo pomposo de la nominación, es interesante que economistas de distintas partes del mundo occidental, se estén ocupando seriamente en estudiar, lo que en realidad conocemos por calidad de vida. En la última editorial de una importante revista de Management, titulada “la economía de la felicidad” el autor, Rubén Roberto Rico, llega a una conclusión que nos interesa señalar aquí y que es la vía por la que se vincula, la necesidad de la lógica mercantil necesita generar la necesidad de ser felices. En las conclusiones de dicha columna, el autor escribe, “…En definitiva si los resultados son válidos, la felicidad es, sin dudas altamente conveniente y …rentable. (3) En la misma editorial se cita la fórmula de un investigador, llamado Ed Diener, que consiste en establecer la felicidad como el resultado de lo que posees por sobre lo que deseas. De todos modos, lo que no dice la fórmula, es que lo que se desea en el ser hablante, es por estructura, insatisfecho. De todos modos, hasta la fecha no hay ninguna evidencia en este tipo de estudios que vincule mayor consumo con felicidad.


El lazo social está regulado, casi, exclusivamente por la lógica de mercados. Esto deja muy poco espacio, pero lo deja, para las prácticas inútiles, el tiempo libre y todas aquellas manifestaciones que no persigan una lógica de utilitaria. Cuando hacemos referencia a un consumidor, no estamos aludiendo al consumo un objetos, también se consumen ideales. Esos ideales generan formas de vinculación, tipos de relaciones, que cuando no son conseguidos, la mayoría de las veces, aparece ese malestar que Freud lo vinculaba a lo intrínseco de la propia existencia. Uno de los signos de estos tiempos es la negativización del malestar, bajo una exigencia de felicidad.

No es muy arriesgado sostener que este mandato feroz corresponde lógicamente a los efectos del mercado como regulador casi único de los lazos sociales, con su imperativo “Sean Felices" impuesto por nuestra sociedad mercantil y espectacular” (4) que apuesta solo a aquello que la sostiene, el consumo. La mayoría de los comportamientos adictivos podrían pensarse como el resultado ideal de ésta lógica, ya sea en el mercado legal o ilegal, Y su reverso residual en los sectores marginales. ¿Qué necesita la lógica de mercados para que exista cada vez más un mayor consumo? Entre otras cosas, necesita instalar la idea de que “todos” gozamos de lo mismo, a todos nos pasa lo mismo, sufrimos las mismas situaciones angustiantes y nos reponemos del mismo modo, una clínica de la subjetividad homogénea.

Solo utilizaré un botón de muestra por razones de espacio y tiempo no se puede hacer una descripción exhaustiva de la clínica actual. Me parece que los "problemas de pareja", los llamados problemas del corazón son el paradigma de esa posición subjetiva que consume la idea de la armonía en el amor. El lazo social actual rechaza el fracaso amoroso y el sufrimiento, el malestar está mal visto, hay que tratarlo. Si una pareja no funciona, hay que hacer terapia de pareja. Tratar por todos los medios que funcione. ¿Por qué? Como un tercero experto podría tener el saber construido en un paquete de medidas de consejos y prácticas para ofrecerle a esa pareja que las utilice a su provecho. Quizás ese terapeuta tenga las claves de la “inteligencia emocional” que necesitan esos dos que no saben cómo hacer para llevarse bien. La inteligencia emocional es la lógica de la vida empresarial llevada a la vida íntima emocional, así si existe una inteligencia emocional, habrá un coeficiente emocional. Entiendo que la contracara de la inteligencia emocional, es el amor. El amor pasión, ese que trae consigo garantizado el sufrimiento, justamente eso, que se trata de excluir en la época del hiperconsumo de técnicas amatorias. Esta idea está desarrollada en un excelente trabajo de ensayo de Eloy Fernández Porta, llamado Eros (5), la superproducción de los afectos, Porta sostiene que la lógica de empresa llevada a la vida íntima, logra que los sujetos, como las empresas tengan una producción afectiva. Mientras más inteligencia emocional aplicada habrá quizás superproducción de afectos. La demanda amorosa en la pareja se expresa a veces en preguntas de pura lógica de utilidad, siguiendo a Fernández Porta, que cita dicha preguntas como: ¿Qué saco yo de esta relación? ¿A dónde me lleva esta historia de amor? Preguntas del querer en el capitalismo.


Interrupción

Tres noticias, le dan contexto a esta charla.




12.00 hs

Leyendo los diarios del día. Hoy 15/04/2011;Clarín: “las penas dejan huella: comprueban que sufrir de amor duele en el cuerpo” investigación en el terreno de las neurociencias y psicología que sostienen que el dolor provocado por las penas de amor duelen en el cuerpo. Al final de la nota dice: “…Naomi Eisenberg asistente de psicología de la UCLA dice que su investigación muestra que tomar Tylenol, un calmante del dolor, disminuye el dolor causado por sentimientos negativos.


13:35 hs Minutos antes de venir hacia el congreso, mientras almorzaba veía y escuchaba una noticia en el noticiero de Telefé: “…se inaugura el museo de las relaciones rotas en Bs As, joyas, reglitas escritas, ositos etc. Se exhiben los objetos regalados por los amantes cuando todo era amor y armonía…”


14: 45 hs Mi compañero de mesa, el Dr. Mauro Cura, esta relatando una experiencia sobre un centro de atención a jóvenes por “uso indebido de drogas en la conducta delictiva de los jóvenes” donde cuenta que en uno de los centros donde hasta hace poco funcionaba una cancha de rugby, hoy han sembrado soja.


Continuación…


“A cada necesidad, su industria; a cada rasgo psicológico, su medio; a cada falta, su empresa; en el capitalismo emocional existen industrias que producen su falta.” (6) Siguiendo la idea de Deleuze y Guattari la falta es una producción social organizada, dicho de otro modo, en términos de mercado, primero se inventa el producto después quién lo consuma. ¿Cómo sabíamos que necesitábamos yogurt con biopuritas antes de su existencia? Allí encontramos prácticas psi de todo tipo y formas y para todos los gustos, donde no quedaría excluida ninguna forma particular de goce que no sea abordado de manera terapéutica por un aparato de interpretación. Así se van desplegando en el imaginario colectivo conceptos, términos que se instalan en el sentido común y terminan a veces no solo representando un estado de ánimo, sino además, generando un cuerpo teórico sobre esos mismos conceptos. Se repiten hasta el hartazgo logrando no solo vaciarse de sentido, cuando los tuvieran en algún caso, sino también padecerlos o desearlos. ¿Qué les pasaba a algunas personas antes de que existiera la onomatopeya: clic, cuando se percataban de alguna sensación que les permitía “ver” o “sentir” algo que los posicionaba desde otra perspectiva, en apariencia, ante alguna situación vincular? No les hacía clic! O quizás, les caía la ficha! En ciertos ámbitos, como la televisón, que sigue funcionando como formadora de sentido común, la gente ya no llora, la gente “se quiebra”, como las empresas cuando su capital cae en bancarota.

"las industrias de la vida interior... presentan el sentimiento de vacío, emoción exclusiva y singular que denotaba profundas cualidades psicológicas y estéticas decorando a sus portadores con un aura de marques en bancarrota...el sentir del vacío también conocido como temblor existencial, es la versión adaptada al siglo XX del estado de ánimo antes conocido como...angustia...subjetividad de lujo, el código sensitivo de las personas más refinadas." (7)

De todos modos, la incompletud de lo simbólico es lo que permite que le pongamos palabras que no alcanzan a representar “eso” que sentimos, es la propia carencia del lenguaje que permite que llenemos de sentido con identificaciones imaginarias, en esa relación entre lalengua y el cuerpo, allí donde la relación visible en los efectos es donde creemos en la ilusión de igualdad, es allí donde creemos que nos parecemos, allí surge la necesidad de fundar clubes de iguales, así se fundan y proliferan en EE UU por ejemplo, y ahora con más énfasis en estas partes del mundo, los clubes de obsesivos, el club de los fóbicos, los panicosos, así se hacen un nombre que les dé sentido y los articule en un goce común, allí es justamente donde el mercado hace su verano. El mercado opera en esa ilusión de igualdad. Es justamente ahí, en el decir sobre los síntomas donde funciona la lógica del DSM IV. “Allí muchos encuentran su lugar en el mundo”; dicho espantoso del sentido común. ¿de dónde salió esa idea de necesitar un lugar en el mundo. Y lo que es más complicado; su nominación, soy adicto puede decir alguien, por ejemplo, antes de no ser nada, al menos se es adicto, donde existe todo un aparato jurídico-psicológico dispuesto a interpretarlo, a tratarlo, o sea, a reafirmarle la identidad, porque si aún llegara a curarse, sería ex-adicto.


Sostengo que el paradigma salud/enfermedad en el campo de la salud mental es la reproducción de los efectos de disciplinamiento impuesto por la lógica mercantil, que necesita de la clasificación, de la nominación de los diferentes modos particulares de goce, para prescribir no solo productos de la industria psicofarmacológica, sino todo tipo de prácticas psi.


Con Lacan


Discurso significa en la elaboración lacaniana, “lo que determina, una forma de vínculo social” es decir, solo es una forma de vínculo social, es lo que hace vínculo. También hay que entender que, discurso, entendido de este modo, es, o puede ser, un discurso sin palabras, es una posición subjetiva y no una manera de hablar de un individuo en particular. Es una cuestión de estructura de discursos, una estructura que excede por mucho a la palabra, decía Lacan.También cuando Lacan habla de discurso, habla de topología, de lugar.

En el seminario XIX, o XIX bis, denominado el saber del psicoanalista, plantea, que el lazo social actual, hay forclusión de la castración, y dice, no porque pase en un sujeto, no pasa a nivel social, también pasa, y es lo que pasa ahora, y es lo que impide el amor.

Ahora leemos a Lacan en el radiofonía y televisión: “…la plusvalía es la causa del deseo, en la cual una economía hace su principio..” y que “…el discurso capitalista se caracteriza por ser un movimiento circular en donde la apropiación del plus de gozar no está obstaculizada por barrera alguna…” (6)

Y en el saber el psicoanalista dice: “… lo que distingue al discurso capitalista es esto: la verwerfung, el rechazo, el rechazo fuera de todo el campo de los simbólico, De la castración. Todo orden. Todo discurso que se entronca en el capitalismo, deja de lado lo que llamaremos simplemente las cosas del amor, amigos míos, ven eso eh? No es poca cosa! (7)

Qué relación existe entre los efectos de este discurso dominante y el predominio de la unión de la ciencia y la técnica, o más precisamente el cientificismo, y la técnica, la proliferación estratosférica de la producción de objetos de deseo. Lacan denominó a lo largo de su enseñanza, a la producción de estos objetos de la ciencia y la técnica de distintos modos, fetiches, latosas, gadget. Las características centrales de estos objetos son la capacidad de recuperación de goce, son objetos universalizables, que representan la homogenización de los modos de gozar.

En La Tercera, Lacan (título de una conferencia de Lacan) llega a decir que el porvenir del psicoanálisis es algo que depende de lo que advendrá, de ese real, a saber, depende de que los Gadget verdaderamente te nos impongan, de que lleguemos nosotros mismos a estar animados por los Gadget, debo decir, dice Lacan, que esto me parece poco probable. Hoy seguramente sería más cauto. La falta de límite que la castración inscribe, nos abre a un escenario del “todo es posible”. Se trata entonces de la promoción de goce, con ausencia de una ley que haga límite. (No confundir esa lectura con una lectura moral, que cierta pastoral psicoanalítica lo viene haciendo insistentemente. Es decir hay aquí una conexión necesaria entre capitalismo y Tecnociencia. La plusvalía permite la producción extensiva e ilimitada de objetos al servicio de la satisfacción pulsional. Proliferan así las maneras actuales del autoerotismo y la narcotización, espacio de goce que puede muy bien subsistir sin recurso al otro. El objeto colma la división subjetiva


Consumidor ideal

El consumidor ideal, el consumidor por excelencia, el que está en la cumbre de la pirámide, es el consumidor de drogas, de todo tipo. El llamado adicto. Es el producto perfecto, sin fallas, el resultado obtenido de un modelo de vida consumista, ese es el ideal de la sociedad de consumo. Volverse uno con el producto. Y necesitarlo todo el tiempo. Sin palabras, sin fallas. El sujeto expuesto solo a la intemperie de la lógica del discurso capitalismo, es un sujeto adicto, que en palabras de Lacan rompe la relación con la cosa de hacer pipí. Al consumidor de drogas llamado adicto ni coger le interesa, además ese pequeño problemita de impotencia, ( en el caso de cocaína) ya lo resolvió el mercado con la química, entonces aparece el pene haciendo lo suyo mientras él está en otro lado, hay una especie de deserotización en el acto sexual, por eso quizás funciona tan bien la relación droga-prostitución, muchos varones pagan para no tener problemas. No ponen en juego nada, solo dinero. Pagan. Les importa poco y nada la conquista amorosa, porque ahí pueden perder, fallar, ya no desea la conquista del otro, sea del sexo que sea, solo esta él en su relación de matrimonio perfecto, hecho Uno con el tóxico.


Consumo residual

Uno de los aspectos más preocupantes en el campo de la salud mental en lo que se refiere a la conducta del consumidor es la ecuación droga-pobreza. En los sectores marginales, más vulnerables, no se vive de un modo distinto a la cultura que los margina, en este sentido, es decir, el modo en que consumen los ideales de la época, consumen los mismos códigos, pero en sus efecto residuales, como resto. Es decir, no solo consumen las mismas marcas de ropa, solo que de segunda mano, truchadas, o robadas, lo mismo sucede con los íconos que les dan identidad, los celulares y las zapatillas, objetos de gran valor en los sectores pobres y marginales, lo más complicado es el consumo residual de tóxicos, consumen bajo la misma lógica solo que sus residuos, es decir, consumen el paco como el resto muchas veces mas tóxico que la cocaína. El paco se produce con los restos, la basura, el residuo de la cocaína. Es el mismo tipo de fenómeno que en los sectores más pudientes de la pirámide social, solo que imaginariamente cobra otro impacto. Existe el mercado del paco porque existe el mercado de la cocaína. Existe el consumo de ropa truchada porque existe la industria que la produce, y no son justamente ellos los que obtienen sus beneficios. Es la misma lógica de mercados que regula sus vidas, pero desde su reverso residual.


El corrimiento de la autoridad

Tratar al denominado adicto, con todo lo que eso implica en su identidad, como irresponsable es de algún modo reproducir el fenómeno social actual, que está vinculado a la no asunción de la responsabilidad adulta, eso que también se puede nombrar como la infantilización del adulto. Una característica de época me parece que está relacionado a ese corrimiento de la decisión, de la asunción de la responsabilidad, es decir, los tribunales de familia están desbordados, los directivos de escuelas gestionan sus instituciones con el código civil y penal en el escritorio, con el asesoramiento legal, y ya no con lo pedagógico como prioridad. Tratar como irresponsable al consumidor de tóxicos es reforzarle la identidad de enfermo, de irresponsable, sacarlo de toda posibilidad de subjetivación de singularidad, de realizar un trabajo sobre sí mismo, con la responsabilidad que eso conlleva, entonces ahí aparece la industria de los tratamientos. Tratando a todos por igual, pero como consumidores, no como sujetos, singulares. A todos les pasa lo mismo, tal cual reza el ideal del mercado, todos gozamos de lo mismo, todos necesitamos lo mismo. Así se trabaja sobre el consumidor y su producto, abordando al objeto droga con una existencia vital en sí misma. La droga es la responsable. Corrimiento de responsabilidad del sujeto al objeto.


Propuestas metodológicas de intervención en salud mental

¿Qué hacer? En principio cambiar las preguntas. La velocidad de respuestas que se amontonan corriendo detrás de los síntomas no parecen dar grandes resultados, solo parecen seguir engordando el ya voluminoso DSM IV. Hay que hacer mejores preguntas con la ayuda de la herramienta más seria que cuenta el Estado: la investigación. La investigación contextualizada, la única manera de generar teoría genuina. Preguntas genuinas. Estamos atravesando una época política en la que el Estado está retomando su lugar en la regulación del tejido social, ese tejido que fue desarmado y desarticulado durante décadas de políticas que priorizaron el libre mercado como regulador de las políticas en el entramado social. No se puede intervenir en el malestar social generado por la ausencia de políticas de Estado, con prácticas clínicas, porque se termina psicopatologizando, excluyendo y disciplinando el malestar condenándolo a la clasificación clínica. El más claro ejemplo se da en el campo de la educación.


En la educación.

En este campo se puede advertir como las prácticas clínicas han tomado el terreno de lo que antes era asunto exclusivamente educativo-pedagógico, ya no se consigue un espacio donde existe la intervención psi, en la mayoría de los casos emparchando, intentando suturar, hiancias producidas por complejas redes de variables de la subjetividad actual, que ponen en entredicho, los esquemas tradicionales del aparato educativo. Michel Foucault en su curso del College France de 1973-74, en la pág.: 225 de FCE. En la clase del 9 de enero de 1974 introduce el concepto de Función psi. Función que es requerida cada vez que es necesario hacer actuar la realidad como poder.


“…la escuela por ejemplo, necesita al psicólogo cuando es preciso destacar como realidad un saber que se da, se distribuye en ella, y que deja de manifestarse efectivamente ante aquellos a quienes se propone como real…es preciso que el psicólogo intervenga en la escuela cuando el poder que se ejerce en ella deja de ser un poder real, se convierte en un poder mítico y frágil y, en consecuencia, debe intensificarse su realidad…”


¿Qué hacemos los psi ante esta situación? Mayormente, respondemos a la demanda, no solo eso, sino, y lo que es más preocupante, es que esa acción esta naturalizada, es parte de la profesión, de la práctica. No solo se responde a la demanda de tratamientos, también se elaboran informes con pelos y señales de lo que ocurre en los consultorios y en muchos casos, también como corresponde, sugerencias a la docente, al cuerpo directivo, padres y a la portera de la escuela. Se necesita una metodología de intervención que afecte a las causas de las problemáticas, esas causas deben establecerse con el modo más riguroso que cuenta un Estado en la incidencia en las problemáticas sociales, la investigación que responda a las necesidades del contexto, a la singularidad de cada población, con resultados medibles en el corto, mediano y largo plazo, porque si la mayoría de las problemáticas de este campo son efectos de entramados sociales, políticos y económicos que llevaron años en constituirse, y no son consecuencia de enfermedades (descontextualizadas) psi; entonces nunca podrían resolverse desde intervenciones puramente clínicas, es decir; “si a problemas políticos se responde con respuestas psicológicas, esa es una ecuación destinada al fracaso”.





Néstor Ribotta


Nota. (*) Bauman cita a Kundera. Mundo Consumo. Ed. Paidós. Pág.294.


Bibliografía


(1) Gilles Lipovetsky, La Felicidad paradójica. Ed. Anagrama. Año 2007

(2) Ob Cit. Pág. 32
(3) Revista ManagementHerald. Editorial. La Economía de la Felicidad. Rubén Rico.

(4) Crítica de la Felicidad. El imperativo categórico. Ed. Nueva Visión. Pág. 40

(5) Eloy Fernández Porta. ERO$. La superproducción de los afectos. Ed. Anagrama. Año 2010
(6) Ob. Cit. Pág. 162

(7) Ob. Cit. Pág. 55 Lic.

Néstor Ribotta. Docente de seminario salud mental, INESCER
Especialista en Metodología de la Investigación Científica. UN Lanús.

sábado, 2 de abril de 2011

MUERTE DE DIOS, emergencia del psicoanálsis



Yo trato a mis pacientes, Dios los cura. SIGMUND FREUD





De visita en la India, André Malraux señaló a Nehru que frente a las Vidas paralelas de Plutarco, sería muy interesante escribir una historia de lo que la humanidad ha perdido, cuando lo que ha perdido ha dejado huellas . A lo que el Pandit respondió: « Usted comenzaría por la historia de los dioses.... ». Esta respuesta permanece abierta desde hace mucho; podría ser, que haya sido entrampada a la manera de la India. Sigmund Freud inventó el psicoanálisis poco después que un cierto Loco nietzscheano anunciaba la muerte de Dios a pleno medio día, sobre la plaza pública. Una tal simultaneidad, no prueba nada ciertamente, pero el asombro que suscita se puede atribuir, a veces a otra cosa que a un puro azar. ¿Los fantasmas (fantomes) de Dios, o de los dioses, han hecho del campo freudiano una de sus residencias actuales? ¿Cuáles fantasmas? ¿El Padre? ¿Su nombre? ¿El Gran Otro? ¿Y entonces, dónde fue, medio silenciosamente (¿con el desconocimiento de sus autores?) abordada en ese campo la cuestión de la muerte de Dios? ¿Con Hamlet (Freud, Jones, Lacan)? ¿Con el Presidente Schreber (cuyo lazo con Dios evoca a Holderin y su Dios retirándose)? ¿O más aún el análisis, cada análisis, tiene la vocación de realizar al fin la muerte de Dios, dicho de otra manera, su segunda muerte? « Señor yo no soy digno de recibirte, más di una sola palabra y seré curado », se dice en el momento de la comunión. ¿La « curación » según Lacan, consistiría en admitir al fin que nadie jamás pronunciará esa palabra tan esperada? Estaremos en mejores condiciones para abordar estas preguntas inéditas habiendo tomado nota, de manera crítica, de las problematizaciones actuales, en Francia al menos, de la muerte de Dios y de sus consecuencias. El abanico se despliega desde una recuperación en beneficio del catolicismo hasta tentativas, felices o abortadas de terminar no solamente con el juzgamiento de Dios (Artaud), sino más firmemente con su existencia, que El conserva más allá de su muerte. Así, luego de haber convocado a Pasolini (el dios muchacho de Teorema), visitaremos los trabajos de François Balmès, Bernard Sichère, Jean-Christophe Bailly, Barbara Stiegler, Jean-Luc Marion, Dany-Robert Dufour, Michel Hulin (cf. bibliografía). El espacio que ocupa el Dios muerto aparecerá hoy pavimentado de respuestas que, a la vez, delimitan aquella esperada del analista y la esclarecen lateralmente.


BIBLIOGRAFIA Jean-Christophe Bailly, Adiós, Ensayo sobre la muerte de Dios, Libros de Artefacto. Traducción Cecilia Pieck México, 1998.

François Balmès, Dios, el sexo y la verdad, Editorial Nueva Visión, traducción Viviana Ackerman, Buenos Aires, 2008.

Dany-Robert Dufour, Locura y democracia, Fondo de Cultura Económica, traducción Juan Carlos


Rodríguez Aguilar, México 2002.

Michel Hulin, La mística Salvaje, Editorial Siruela, traducción María Tabuyo y Agustín López, Madrid, 2007.

Jean-Luc Marion, El ídolo y la distancia, Editorial Sígueme, traducción de Sebastián M. Pascual y

Nadia Latrille, Salamanca 1999.

Friedrich Nietzsche, La gaya ciencia, Ediciones del Medio Día, traducción Pedro González Blanco, Buenos Aires, 1960.

Bernard Sichère, L’Être et le Divin, Gallimard, Paris, 2008.

Barbara Stiegler, Nietzsche et la critique de la chair. Dionysos, Ariane, le Christ, Editorial Puf, París, 2005.

Critique, numero special « Dieu », janvier-février 2006.

Informes:

Graciela Graham gracielagraham@yahoo.com María teresa López maritelopezf@yahoo.com.ar Sábado 30 de julio – Domingo 31 de julio del 2011 9.30 a 18 horas

El conquistador Hotel Suipacha 948 Buenos Aires, Argentina


INSCRIPCIONES -160 dólares -Hasta el 30 de junio: 130 dólares -Residentes y estudiantes acreditados con certificado 90 dólares -Las personas que sean de otras provincias o países extranjeros y que concurran al seminario el día de comienzo del seminario, pagrán 130 dólares -Los pagos pueden hacerse en pesos a la cotización del día en que se efectivicen Informes : gracielagraham@gmail.com maritelopezf@yahoo.com.ar ecoleactividadbsas@yahoo.com.ar . 011-637-46174 011-4371-6843

viernes, 14 de enero de 2011

AM@R: EL CORAJE DEL HABLAR FRANCO, SINCERO.


Seminario a cargo de Alberto Sladogna
analista. Un miembro de la ELP. Seminario de la elp –école lacanienne de Psychanalyse-


AM@R: EL CORAJE DEL HABLAR FRANCO, SINCERO


De hecho, ignoro cuáles serán para mí las consecuencias de mi proposición. Demóstenes

No saben que los conduzco a lo peor. Jacques Lacan

Ese otro, indispensable para decir la verdad de uno mismo, tiene, o mejor, debe tener, para ser efectivamente, para ser eficazmente el socio del decir veraz sobre si, una calificación determinada. M. Foucault

Freud subrayó que el enamoramiento surgido en la transferencia no puede procurarnos nada favorable a la cura: La paciente, incluso la más dúctil hasta entonces, pierde de repente todo interés por la cura y no quiere ya hablar ni oír hablar más que de su amor, para el cual demanda correspondencia (1915) Freud mostraba con audacia un cambio en el discurso, diremos un cambio de discurso.
Tiempo después Lacan avanzó un trazo: Parece imposible eliminar del fenómeno del am@r aquello que se manifiesta en la relación con alguien a quien se habla. Esto constituye una frontera, indica al mismo tiempo no ahogar su fenómeno en la posibilidad general de repetición (1960/1961)
Lacan en ese año producía un cambio en el territorio amoros@ del análisis: Pasó del discurso amoroso de la pareja “neurótica” –Papá y mamá- al discurso @moros@ de la pareja de la semejanza del amante con su amado (Erastes/erómenos). Sin saberlo, ese acto dejaba vislumbrar el horizonte desplegado por Michel Foucault; horizonte ampliado por el movimiento práctico y las teorías alegres, cotorras, chamuyeras (queer).
Otra, otra, otra vez Lacan se acerca al tema al localizar la tontería fálica: el @m@r es el signo de que se cambia de discurso (1972/1973) y poco tiempo después precisa el fracaso del Un-desliz es el amor (1976-1977). Así el @m@r permite pasar del inconsciente al desliz, un terreno donde en la lengua compartida suele producirse el @m@r.
Michel Foucault gravemente afectado despliega un camino: El coraje de la verdad (1983/1984); ese coraje no será otro más que el hablar franco. El hablar franco es un estilo del decir veraz. Foucault detecta cuatro variedades de la verdad: la profecía, la sabiduría, la enseñanza y el decir franco; descubre sus formas de anudarse que mantienen su separación. Juntos pero no revueltos, de forma semejante al nudo del real, el simbólico, el imaginario con su síntoma. Un nudo sin anudamiento individual.
El hablar franco pone en tela juicio cualquier individualidad e incluso desarma el disfraz de la particularidad y/o singularidad: el hablar franco arriesga a quien lo dice y hace correr un riesgo a quien lo escucha. Es un decir franco que tiene sus consecuencias. Se trata del decir del guía espiritual, es decir, del analista. El hablar franco no es un oficio, es algo difícil de discernir, es un papel indispensable para la ciudad y sus habitantes. No hay hablar franco en soledad, sino con otro, con otros.
El decir franco es un nudo olvidado que ha quedado detrás lo que se ha dicho en lo que se dice de la asociación libre y de la supuesta cadena de un significante con otro. Es por ello que ese seminario estará destinado a establecer un diálogo del decir franco con los elementos del @m@r desplegados en la experiencia analítica.
Lugar: salón ambientado con cámara, micrófono y pizarrón de documentos. Cada participante o colectivo de participantes requiere contar con una conexión a Internet de las más alta velocidad posible de las que disponen los servidores en uso.
Fecha: El viernes 18 de marzo del 2011 y el sábado 19 de marzo del 2011.
Horarios: el día viernes 18/03/2011 será de 18hs a 21hs; el día sábado 19/03/2011 será de 10hs a 13hs; luego de 15hs a 20 hs. En esos horarios se contemplan recesos para café, descanso, etcétera.
Participación en los gastos: U$A 50 (su equivalente en la moneda del país)

viernes, 7 de enero de 2011

LA PAREJA, EL BOSQUE Y EL ASESINO




Mini encuesta en facebook


PREGUNTA


HAY UN BOSQUE, EN LAENTRADA DEL MISMO, UNA PAREJA DE ENAMORADOS, EN EL MEDIO DEL BOSQUE, UN ASESINO.
LA PAREJA CONOCE LA EXISTENCIA DEL ASESINO.
ÉL LE PROPEONE A ELLA QUE ATRAVIESE ESE BOSQUE COMO UNA PRUEBA DE AMOR HACIA ÉL. ELLA ACEPTA, ES ASESINADA.

¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE DE LA MUERTE?



Respuesta: El asesino.







Ella................... 15
El ...................... 2
Asesino ............. 4
todos..................11
El y Ella.............. 6
Solo opinión......14


total................. 52


Como una alegoría de una situación amorosa, desde ya que ese jueguito presentado en forma de encuesta no tiene ni pretende ninguna rigurosidad en términos científicos, pero leído en determinados contextos, puede ser observado como una tendencia de opinión. Realizo la misma pregunta desde hace 5 años en distintos contextos y situaciones, por ejemplo, amigos, familiares, alumnos terciarios, y secundarios de sexto año. Es decir, contextos socio culturales diversos. Y existen regularidades que valen la pena mencionar, paso a detallar.

1) La abrumadora mayoría, como en este caso, opina, se desliza en detalles de interpretación, buscando alguna especie de trampa en el enunciado.


2) La gran mayoría, (ustedes lo habran observado en parte) juzga.


3) Sobre el juzgamiento a las intenciones y acciones de los protagonistas de la alegoría,la opción Ella se lleva por lejos las críticas.

4) También un sector importante de respuestas apuntan a no dejar ninguna posibilidad libre, es decir, responden explicando porqué los responsables son todos.


5) Otro porcentaje importante de participantes, solo opinan sin responder la pregunta, realizan análisis, psicológicos, sociológicos, criminológicos, antropológicos, pero no responden, solo opinan.


6) Un bajísimo porcentaje responde solo con la respuesta solicitada. En este caso, solo dos participantes lo hicieron sin rodeos.
Existen varios elemntos mas para analizar, pero ya son de mi exclusivo interés. y no voy a aburrir aquí con esas derivaciones., ya que este no es el contexto de análisis. solo por ahora se me ocurren algunas reflexiones. Quedan invitados a participar.


Otra vez el pez y la Bicicleta

¿Porque es el asesino el culpable?, Lo único que se pregunta es por la responsabilidad de la muerte. El asesino es tal porque mata. Todo lo demás, toda intención y actos previos de los enamorados es opinable en el enmarañado mundo de la moral de cada quién. Como toda alegoría solo representa una idea. Casi siempre extrema o paradigmática. En este caso podemos ver las consecuencias, si se quiere algo extrema de una situación amorosa. Pero pensemos en sitiuaciones mas cotidianas por la que atraviesan una pareja de enamorados. En algunos casos inclusive termina en tragedia, otros en comedia, pero hay algo que se reitera cuando la pasión esta en juego, la razón se toma vacaciones, se pone de manifiesto una iracionalidad que es juzgada por los demás. ¿que hace este con aquella? ¿hasta cuando lo/la va a soportar? ¿como puede estar con este o aquella? no entendemos como no la/lo deja. No entendemos como ni porque se exponen a tanto daño. Generalmente se juga que eso no es amor, porque ella o él permite detrminadas cosas, porque siguen juntos y se dañan tanto, y asi podríamos seguir con la lista. Parecería que en el sentido común, es decir, en ese saber cotidiano que construímos para manejarnos en eso tan endeble que llamamos realidad, el amor debería ser algo mas armónico, mas respetuoso, cordial, conveniente por sobre todas las cosas, mas romántico. Habría que ver si eso es posible cuando se pone en juego la pasión amorosa. ¿Se pusieron a pensar si alguna vez se enamoraron de alguien no conveniente para ustedes? El amor es una de las pasiones mas difíciles de teorizar, es una asunto que arde en las manos de los teóricos de la subjetividad, muy pocos tomaron el asunto con rigurosidad. Otra vez el tema de l pez y la bicicleta. Quizás el amor tenga que ver mas con esa pareja, la de un pez y una bicicleta, que la de una media naranja y su complemento. Generalmente el asunto del amor es dejado a la new age, a la autoayuda. Que no dejan de prescribir las funciones de utilidad y complemento. Es como el tema de la felicidad, tema por excelencia abordado por la autoayuada.
Lo que personalmente me interesa estudiar, no tiene en absoluto que ver con las motivaciones de cada uno, de cada quién. Para eso existe el psiconálisis en acto, solo es posible que se produzca alguna interpretación, de quién habla, claro, en situación analítica bajo transferencia, fuera de esa circunstancia, cualquier interpretación de las motivaciones de alguien para realizar algún acto, es una imposición de un saber a alguien. En este caso me intersa las regularidades en los comportamientos, estoy estudiando y analizando este tipos de asuntos que tienen que ver con el borde difuso entre economía y psicología, que esta vinculado a la teoría de las decisiones, a la irracionalidad o motivaciones incoscientes de determinados actos de consumo, a las funciones de utilidad. La economía del comportamiento me interesa de sobremanera. En esas respuestas, la gran mayoría respondió de modo esperable, predecible. La mayoría intento juzgar a todos los protagonistas, sin arriesgar una respuesta hacia un responsable. También la mayoría se deslizó por todas las opciones posibles, y solo había tres. Tampoco es la misma situación contextual el jugar por jugar, o jugar como una competencia, el hecho de que en la consigna se estableciera que entre los “ganadores” se sorteará un libro, ponía a la situación (casi simbólica) de una competencia.
Finalmente es necesario destacar la buenísima disposición de los participantes, el tiempo, la respuestas, y la seriedad con que se tomaron el asunto. Con la misma seriedad con que la abordo yo. Porque al fin y al cabo siempre estamos tratando de entender aquello que escapa a nuestro sentido, siempre estamos tratando de encontrarle sentido a todo, en eso se nos va gran parte de la vida.