lunes, 5 de mayo de 2014

ELLA. Otra vuelta del Pez en bicicleta

      
                                                                                               









                                                   late, late, late… aunque nunca encuentre un cuerpo que la habite…
                                                                                                                                  L.A.Spinetta. preso ventanilla.
                                                                                                                                                      
                                                                                                                                                
                                                                                                    Uno siempre se enamora de un fantasma. 
                                                                                                                                                          Sigmund Freud


La película Ella, (Her) de Spike Jonze, es una magistral historia de amor.

Theodore padece esa relación como cualquier víctima del amor, ese vínculo que en  principio es tan singular pero que de a poco revela todos los condimentos del malentendido amoroso.

No es posible realizar un análisis binario virtual/real en ningún aspecto de la historia y muchos menos desde un reduccionismo psicoanalítico que solo abordaría la cuestión a través de la fascinación de la voz como objeto. Creo que la historia de este film ofrece bastante más elementos de análisis.

Theodore se enamora de ella, además del fetiche, de la idealización que se efectúa (no puede haber enamoramiento sin idealización) se produce el enamoramiento, al menos el de Theodore como erastés, a medida que progresa la fascinación no solo por su voz, sino además, por lo que él cree que ella es y el lugar que viene a ocupar en su vida, en ese momento de duelo por su ex esposa.   

En el momento del enamoramiento el protagonista no escucha, no advierte o no quiere saber lo que sabe, es decir, que ella es singular, pero no exclusiva. El malentendido a la orden del día.

El director, Spike Jonze, dijo: ¨…esta película habla sobre la relación con la tecnología, sobre el deseo y la necesidad de tener una relación íntima y las cosas que se interponen todo el tiempo en el camino…¨ (1) ¿Qué cosas se interponen? Todas aquellas que hacen al malentendido estructural de cualquier relación amorosa.   
  
La película muestra un futuro muy cercano con gadgets más sofisticados de lo que hoy ya existen con soportes más rudimentarios pero que cumplen exactamente la misma función, no se observa ningún adelanto tecnológico que cumpla una nueva función de lo que hoy tenemos en el mercado, solo que de manera más tosca, en el film se ven objetos más adaptados ergonómicamente y no existen cables, es decir, hacia donde se dirige todo adelanto tecnológico en lo que a comunicaciones se refiere. 

En la escena donde una chica anónima intenta poner cuerpo a la voz de Samantha, es otra manera de la fantasía necesaria para que el acto sexual acontezca. En el caso particular de ésta película, la tercera en cuestión le pone el cuerpo a las fantasías, al menos lo intenta. Theodore no puede. Dice que no es ella. Parafraseando la canción de Spinetta no es ese el cuerpo que habita la voz de Samantha,  ¿A caso en nuestra realidad no existen actos sexuales mediatizados por fantasías? ¿No es esa la condición por excelencias de los actos sexuales humanos, justamente aquello que nos diferencia de nuestros parientes los animales?
El sexo y el amor no solo no van necesariamente de la mano, sino por el contrario cuando sucede aparece como acontecimiento.  

Theodore se desenamora cuando se entera que ella no es lo que esperaba, cuando en realidad siempre supo lo que ella era. Cegado por el amor, necesariamente idealizado, creyó en el tiempo de su enamoramiento en el ideal amoroso de completud, el protagonista en ningún momento se le ocurre preguntarle en el comienzo de la relación si ella era exclusiva de él. Una vez más cuando todo parecía indicar que Theodore encontraba el objeto de su falta a su medida, entra en escena el malentendido. Los negadores de la falta como reza el popular grafitti feminista francés: ¨Una mujer sin un hombre es como un pez sin bicicleta¨ hace referencia a un ideal de completud.
 ¨las moscas van con las moscas, el gallo con las gallinas, el vecino con la vecina…el amor tiene más que ver con un pez muy original al que le gusta una bicicleta y con una bicicleta que sueña vivir con un pez¨(2) 
El acontecimiento amoroso hace posible que un pez se enamore de una bicicleta y que a veces funcione.
¿Quién se atreve a cuestionarle lo verdadero de su amor a Theodore?   
El arte sigue mostrando el camino, como en esta exquisita película, que la apuesta amorosa insiste contra todo ideal de completud y armonía. 

(1)    Entrevista a Spike Jonze, revista Los Inrockuptibles 189. Pág, 44


(2)    M. Benasayag. E. Charlton. Crítica de la felicidad. Pág 100 ed. Nueva visión. Año 1989.  

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